Hay unas veinte personas en el salón coreano de Ferrari. Pero en la coqueta casita refugio de un circuito de estreno, el centro del universo es Alonso. Apura la comida, ligera, antes de atender a la LA NUEVA ESPAÑA. Recibe Roberta cinco minutos antes de la cita, impecable de rosso Ferrari, y ofrece un espresso. "¡Qué puntual! Fernando sale ahora mismo". La encargada de prensa asiste a la entrevista. Graba pero no habla. Elige silla el piloto y, junto a él, el reportero. Vigila Luis García Abad, representante del candidato a su tercer Mundial. Apenas interviene, sólo un par de veces, cuando su chico se lo pide con la mirada. Completa el grupo Edo Bendinelli, fisioterapeuta y cuñado del asturiano. La guardia pretoriana al completo, cinco para una charla entre dos. La pasión y la fe en sí mismo definen al protagonista. Pasión por las carreras y por cada reto que inicia. El último, sacarse la licencia de vuelo. Ya ha llevado sólo una avioneta. Volará más este invierno y quiere hacerlo como campeón del Mundo. Habla del presente, pero mucho del futuro. Se ve unos cuantos años de rojo, y el horizonte de la retirada no se le aparece. Echa de menos a sus amigos de la adolescencia, los que le han visto crecer en un mundo de pirañas y aguarda el día en que pueda relajarse y convertirse en padre.
-Vayamos al grano. Convénzame de que puede ganar el Mundial.
-Será difícil porque ni siquiera yo estoy convencido.
-¿Entonces?
-Lo único que siempre tuve claro es que iba a luchar por ello, incluso cuando hace unas carreras estaba muy atrás. Era circunstancial, estaba haciendo mejor campeonato de lo que decían los puntos. Y había otra gente que no merecía tantos. El tiempo pone a cada uno en su sitio, tenía claro que llegaría a la lucha.
-¿Teme a algún rival?
-Red Bull tiene el mejor coche. Son los favoritos.
-Después de correr en Silverstone, cuando más lejos estaba del líder (47 puntos) dijo que llegaría para la batalla final. ¿Lo creía de verdad o era un mensaje de ánimo para el equipo?
-Lo creía de verdad. Allí el coche mejoró mucho. Veníamos de carreras difíciles. Barcelona, Turquía… y en Silverstone el equipo le añadió novedades que funcionaron. Cambió la forma de conducirlo y, a pesar del mal resultado allí, con ese coche se podía pensar en el título.
-De los cinco candidatos, sólo uno, Hamilton, no ha conocido el lado duro de la Fórmula 1 en un equipo pequeño, ¿podría haberle venido bien ante algunas actitudes que ha tenido en ciertos momentos?
-No lo sé. También Vettel estuvo en Toro Rosso, que en aquella época era el hermano pequeño de Red Bull y no era un coche malo. Pero las experiencias que ganas en las escuderías pequeñas te sirven para mejorar y conocer este deporte.
-Ya que menciona a Vettel, él lucha con su compañero Webber por el título bajo el mismo techo. Usted ya sabe lo que es eso (2007), ¿Ha hablado con ellos, les ha contado cómo fue lo suyo?
-Son situaciones diferentes. Luchan por el Mundial con el mejor coche y es una lucha con un compañero como si fuese un rival más.
-Pero a Webber también le está costando encontrar el apoyo de su equipo, como a usted le sucedió en McLaren.
-Lo mío fue un caso aparte y no creo que se vuelva a repetir en años lo que pasó en 2007.
-Por declaraciones suyas asumo que le gustaría que Ferrari será su último equipo.
-Correcto.
-Y también que le costaría compartir de nuevo garaje con Hamilton, que no iría a un equipo donde él estuviera, pero ¿qué cara pondría si de pronto, a su escudería se le ocurre ficharle?
-No, Ferrari no le… (se frena en seco)… no sé lo que pasará. Estaré aquí muchos años y quién tenga de compañero no cambiará las cosas. No pasa nada si un día deciden fichar a Hamilton.
-¿Qué hará si en Abu Dabi es campeón del Mundo?
-Me quedaré allí porque tengo entrenamientos la semana siguiente a la carrera, así que podré hacer pocas cosas.
-¡Hombre! Alguna fiesta montará, ¿no?
-No he pensado nada.
-¿Se lo deja a al equipo y a su gente?
-Es mejor no planear nada.
-¿Le gustaría al menos brindarlo a sus seguidores en Oviedo, como hizo otros años desde el Ayuntamiento?
- (se le escapa una sonrisa, un brillo de ilusión) Por supuesto. Cuando consigues una algo importante es bonito poder compartirlo, pero prefiero no pensar en ello porque sería una distracción inútil.
-Pues ya que estamos, ¿por qué no les envía un mensaje a esos que le siguen con tanta fuerza?
-Que les agradezco mucho todo su apoyo. Y que estén seguros de que voy a dar todo lo que tengo dentro, que si no gano el Mundial no será por falta de empeño. Y que llego al final del año a tope. No puedo prometer que sea suficiente para ganar pero vamos a luchar hasta la última vuelta.
-¿Llega a percibir el apoyo de la gente de la calle?
-Sí, claro que me llega. No directamente, porque estoy poco tiempo en un sitio fijo, pero sé que hay mucha gente detrás, que se levante a ver las carreras y que vibra con mis resultados. Noto ese apoyo, lo agradezco y me alegra tenerlo.
-Una entrega que también encuentra en el equipo. Están volcados con usted.
-Sí, es un equipo diferente, se respira ambiente de carreras, competitividad y apoyo al mismo tiempo.
-¿En ese apoyo incluye a su compañero, Felipe Massa?
-Sí, creo que todo el mundo intenta hacer lo mejor para el equipo y Felipe, que ahora no tiene opciones para el Mundial, me ayudará, porque quiere lo mejor para el equipo.
-¿Se enfrió la relación entre ustedes después de la polémica por las órdenes de equipo en Alemania?
-No.
-¿Llegaron a hablar del asunto? ¿Lo analizaron?
-Sí, sí…
-¿Cordialmente?
-Sí, claro que sí. Los dos conocemos este deporte. Lo raro es el la polémica o el interés mediático que levantó, cuando lo mismo se ve en Brasil todos los años o lo vemos con McLaren cada dos o tres carreras. Parece que cuando nos pasa a nosotros se monta más jaleo. Pero ya le digo, entre pilotos, no pasa nada.
-¿Por qué cree que se monta ese jaleo cuando usted está de por medio?
-Supongo que porque he tenido más repercusión durante mi carrera. O porque tengo dos Mundiales. Estuvimos quince días hablando de la maniobra de Schumacher con Barrichello en Hungría.
-¿Por qué?
-Pues por eso, porque es Schumacher.
-¿Sabe que en Inglaterra, en algunos periódicos le llaman "Teflonso"?
-No.
-Dicen que, como el teflón, un material aislante y muy resistente, a usted no le afecta nada de lo que pasa a su alrededor, que todo le resbala.
-Llevo bastantes años corriendo y sé diferenciar lo importante de lo que no lo es. Lo importante es lo que te hace mejor piloto y a lo que no te da velocidad, le presto cada vez menos atención.
-Y con todo ese tiempo que lleva, ¿hasta cuándo seguirá?
-Hasta que pueda.
-Tiene cuatro temporadas más con Ferrari, ¿renovaría su contrato?
-Sí, seguramente. No sé lo que pensaré cuando llegue el momento, pero siempre que me divierta, que sea competitivo y vea que las cosas van bien, no tengo por qué dejarlo.
-¿No se cansa de la vida nómada?
-Es la que he llevado desde los doce años. Para mí es lo normal. Cuando estoy ocho o nueve días en casa ya no sé qué hacer.
-¿Lamenta amistades perdidas por ese tipo de vida?
-Las amistades fuertes las he conservado. Con mucho menos contacto, pero con la misa intensidad y cariño. Esto es temporal. La carrera de un piloto no es infinita y recuperaré una vida convencional y ahí estarán mis amigos de siempre.
-¿Ha hecho amigos en las carreras?
-Sí, también. Paso 200 días al año con el mismo grupo de gente. Mecánicos, ingenieros, periodistas, compañeros. Y sí haces cierta amistad con alguno de ellos.
-Y cuando se retire, ¿qué?
-No lo sé.
¿Seguirá en el mundo del motor?
-No lo he pensado. He conducido toda mi vida y sería muy triste no poder compartir mi experiencia con nadie. Tener una escuela de pilotaje sería una buena actividad.
-Hay un circuito de karting que llevará su nombre en La Morgal (Asturias), ¿qué tal va?
-Bien (mira a su representante, que asiente: "goza de buena salud"). Va bien, está próxima la inauguración y es una de mis ilusiones para el futuro: Aprovechar esas "super instalaciones" para hacer algo importante.
-¿Sigue con la idea de montar un equipo ciclista?
-Sí, pero soy consciente de las dificultades económicas que hay en el mundo y de las que tiene el ciclismo en particular.
-La Fórmula 1 es un deporte complicado por la política que hay, pero el ciclismo no se queda corto en problemas.
-No es fácil, no.
-Tiene buena relación con Contador, ¿ha hablado con él sobre su positivo?
Sí, pero hay que esperar. Nunca es fácil saber desde fuera qué es lo que pasa.
-En la Fórmula 1 el dopaje está en los coches.
-En todos los deportes se intenta encontrar los límites. Y en los de motor el margen está en la máquina.
-Anoche la selección española recogió el premio “Príncipe de Asturias” de los Deportes. A usted se lo dieron en 2005. Buen cartel, ¿no?
-Es el máximo premio para un deportista. Un reconocimiento al que puedes optar muy pocas veces. Yo tuve la suerte de que me lo concedieran en 2005. La selección se lo merece porque levantaron del sillón y animaron a un país entero. Y ese es el significado del premio, que a veces la gente intenta confundir con el palmarés. Es un premio a la ilusión que produce alguien en la gente y la selección española es la número uno en eso.
-¿Dónde se ve tras su retirada? ¿Viviendo tranquilo en Asturias?
-Me gustaría, pero no sé cómo será la situación. Mis intereses, los de mi familia, qué trabajo tendré, si implicará viajar mucho…
-¿Le gustaría ser padre?
-Lógicamente, algún día sí.
-Hasta entonces, se entretiene con coches teledirigidos. Empezó también un curso de piloto de avioneta, ¿sigue con él?
-Ahora está parado pero cuando termine la temporada lo retomaré.
-¿Ya se ha bautizado? ¿Ha llevado un avión?
-Sí, una vez.
-¿Usted a los mandos?
-Sí y no me estrellé, estoy aquí haciendo esta entrevista.
-¿Qué se siente?
-Se siente uno muy bien.
-¿No impresiona?
-No. Los primeros vuelos se hacen con un buen día, despejado y sin viento, en condiciones muy favorables
lne.es
Álvaro Faes es un viejo conocido de Ferando, de los circuitos y corresponsal de "La Nueva España" un gran periódico de Oviedo, ha conseguido esta gran entrevista de Fernando
Dice Fernando que ni siquiera él está convencido de que este será su tercer mundial, desea estar con la afición, una vez más debrían hacerlo aunque no venza, se lo merece, como la última vez aquí en Oviedo en el Ayuntamiento, todo era energía positiva, se le escapa una sonrisa cuando peinsa en ello, !qué feliz fue cuando corrió con el Renault el roadshow por las calles de su ciudad!, la situación de Vettel con Webber no es exactamente igual que Fernando con Hamilton en McLaren, no hay tantas p.....s, sabe de nuestro apoyo y lo dice, siempre lo digo nos le hemos ganado, y este es de los que se quedan para siempre con el cariño de los suyos, muy bien hablado del equipo y de Felipe, así me gusta un campeón auténtico y en todo, jaja claro que se habla más de la gente campeona, genial lo de Schumi y Rubens, quiere seguir en Ferrari, está a gusto, lo de la retirada no lo tiene claro, está dándole vueltas a lo del equipo ciclista, de momento aprendiendo a llevar una avioneta y no se estrelló ajaja, la selección de fútbol ha aunado a todos, como no he visto nunca, en un orgullo, no cambies Fernando
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